Para celebrar el Mes del Orgullo, Cricket Nation amplifica las voces de los empleados que están vinculados a la comunidad LGBTQ+. En esta edición, la Gerenta de Marketing Principal de Cricket Wireless, Shannon Upchurch, cuyos hermanos forman parte de la comunidad LGBTQ+, se abre para compartir su experiencia personal.

Estaba en el 6.no grado cuando encontré lencería y algo de maquillaje en el ropero de mi hermano. Como era apenas una niña, no sabía qué hacer al respecto. Por lo tanto, hice lo único que se me ocurrió: se lo dije a mi mamá.

También hubo otras señales mientras crecíamos. Mi hermano prefería jugar con mi hermana y conmigo en lugar de hacerlo con los otros niños del vecindario. Siempre jugaba con nosotras a Los Ángeles de Charlie y se ponía un fragmento de papel de seda sobre su Afro con la intención de imitar el cabello de Farrah Faucet. Jugaba con nuestras muñecas Barbie. Mis padres lo mandaban a Indian Guides, Cub Scouts y lucha. Ya sabes... todas las cosas que se espera que hagan los varones a esa edad. A mi hermano no le interesaba nada de eso. Solo quería estar con nosotras.

En el año 2006, mientras estábamos en mi departamento en New Jersey, le pregunté a mi hermano cuándo supo. Él me dijo que desde que tiene memoria, sabe que está en el cuerpo equivocado. Se lo dijo a mi mamá cuando era más joven, y ella no le dio importancia y se enojó con él. Él pudo notar la decepción de mi mamá a la tierna edad de 2 años.

Después de la conversación en mi departamento, supe que tenía que hacer algo. Si bien ya lo había aceptado, todavía no La reconocía. Pero en un momento, reaccioné.

Tardé varios años en hacerme a la idea. Mi hermano, Christopher, ahora es mi hermana, Chrystal. Ella vive y prospera en Columbus, Ohio, donde tiene la vida que siempre soñó. Tanto mis padres como yo la aceptamos y la amamos. ¿Por qué? Porque el corazón de Chrystal sigue siendo el mismo. Chrystal todavía es Christopher.

Chrystal sabía desde hace mucho tiempo quién era y se mantuvo fiel a lo que sentía. NO fue un camino fácil para ninguno de nosotros. Pero ahora, compro tarjetas de cumpleaños que dicen: "Para Mi Hermana", y eso es muy importante para ella.

Si conoces a alguien que está pasando por algo similar, ¿qué puedes hacer? En mi experiencia, lo mejor que puedes hacer es aprender a aceptarlo y reconocerlo. Yo lo hice, y mis padres también. Por sobre todas las cosas, debemos amarnos unos a otros.